La glicina es un componente químico presente en el cuerpo humano que pertenece al grupo de aminoácidos no esenciales. Aunque el organismo tiene la capacidad de producirla y sintetizarla, no siempre lo hace en cantidades suficientes.
Desempeña un papel crucial en la formación y absorción de proteínas, teniendo un impacto directo en la creación de tejidos corporales; musculares y óseos, logrando el adecuado desarrollo y recuperación de la musculatura después de realizar actividad física. Aunque esta función es relevante para los deportistas, también es esencial para mantener la salud y el bienestar en cualquier persona.
Garantizar niveles adecuados de glicina se vuelve indispensable para prevenir la pérdida de masa muscular después de los 50 años, favorecer el crecimiento muscular en niños y adolescentes, y facilitar una pronta recuperación después de esfuerzos físicos.
Además de su función fundamental en el desarrollo y crecimiento en todas las etapas de la vida, la glicina participa en diversos procesos metabólicos y biológicos debido a las propiedades únicas. Algunos de sus beneficios son:
Presenta propiedades regenerativas al ser un componente esencial en la síntesis de la proteína que constituye diversos tejidos.
Contribuye a procesos de cicatrización tanto internos como externos que ocurren en el cuerpo.
Estimula la producción de colágeno y elastina.
Exhibe propiedades termogénicas, participando en el mantenimiento de la temperatura corporal adecuada según la actividad (o el reposo) realizada.
Se sugiere que este aminoácido favorece la síntesis adecuada y el control de los niveles de lípidos y azúcares, lo que podría considerarse como una posible contribución de la glicina en la pérdida de peso.
Funciona como un neurotransmisor, exhibiendo efectos inhibitorios en el sistema nervioso, aunque también puede desempeñar un papel estimulante en la contracción y estiramiento muscular.
Además, la glicina no solo contribuye al cuidado de los tejidos musculares, sino también de aquellos que configuran nuestros huesos y articulaciones. Por lo tanto, se considera un elemento crucial en la prevención o control de enfermedades como la osteoporosis y afecciones reumáticas como la artritis o la artrosis.
Finalmente, su capacidad para estimular la síntesis de colágeno y elastina la convierte en una valiosa aliada, no solo para la salud y el bienestar, sino también para realzar la belleza al mantener la piel y el cabello en óptimas condiciones.
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